COMO HEIDI EN LAS MONTAÑAS

Como os dije el otro día, necesitaba desconectar un poco y aunque tenía cosas que hacer que me traje, vine a pasar este puente a una casita que mis padres arreglaron hace poco más de un año. Está en un pueblo de montaña. De pequeña mi hermano y yo pasábamos largas temporadas en él, y ya sabéis, según se va creciendo te cansas de esto y prefieres otras cosas. Luego los años pasan y cambias de opinión. A mí me encanta ir de casas rurales, así que en cuanto me dijeron que iban a arreglar la casina me puse muy contenta. Eso sí, yo debía ser "la jefa de obras". Sí sí, no penséis que exagero, pero o se hacían las cosas como yo decía o nada. Y es que a mí me encanta la decoración, ya os lo dije, y más cuando se trata de estilo rústico. Por ello, durante meses estuve con los planos para atrás y para adelante, llevando grandes disgustos cuando algo planeado no podía salir adelante porque unas piedras o un muro gigantesco impedían hacerlas... Total, que al final todo quedó más o menos como yo había imaginado, y lo que no pudo ser, se hizo lo mejor que se pudo.
Os quiero mostrar parte de este refugio secreto. Sus alrededores y detalles del interior.

* Con el deshielo de estos días, después de la nevada tan grande que había caído, el río bajaba bravísimo, tal y como podéis ver en estas fotos. El ruido era ensordecedor pero era digno de contemplar durante unos instantes:

* Lo que veis ahora son los Picos de Europa. Este es el paisaje que veo desde las ventanas de la parte delantera de la casa. (Nada, igualito que el que veo yo desde mi piso todos los días...).

* Detalle de dos de las grandes montañas que están en la parte de atrás de mi casa. Si las veis al natural son realmente increíbles, os lo aseguro.

* La casita. Podéis ver uno de los gatitos que se acercan todos los días a ver si les echan alguna que otra golosina...

* En la entrada de la casa quise poner una especie de mosaico con unas piezas tipo antiguo.

* Este era un escaño que había en la casa vieja pero lo restauramos y le pusimos una colchoneta con tela Toile de Jouy. Ahora sirve como rincón de lectura al lado de un gran ventanal en el salón.

* Mi baño. Con un mueble bajolavabo muy especial.

* Y para que bendiga esta casa y a todos los que estemos dentro, nuestra querida Santina. La pintó mi padre (¿de dónde creéis que viene mi gen "artístico"?). Desde hace muchísimos años pinta a la acuarela, tanto paisajes de montaña, barcos, paisajes nevados, abstractos... A lo largo de todo este tiempo hizo sus exposiciones, la última en la sala del BBVA en Oviedo (calle San Francisco), con mucho éxito por cierto gracias a Dios. Un día os mostraré alguna de sus obras para que lo conozcais mejor.

Espero que os haya gustado conocer un poco más de mi pequeño mundo.

Un besito.