Si yo fuese una de esas famosas a las que les preguntan: "¿Qué llevas siempre en tu bolso?", sin duda alguna respondería que una libretita. Desde hace muchos años cogí esa costumbre y no puedo soportar encontrarme un día sin un pequeño cuaderno que por las prisas se me haya olvidado encima de mi mesa. Hablan de la comodidad de las agendas electrónicas, pero de verdad os digo que en su día me compré una y ahí está, guardadita en un cajón, porque para mí no hay nada mejor que el olor y el tacto del papel, el pasar las hojas para atrás y para adelante...
Utilizando las técnicas del stamping hago dos tipos de cuadernitos, uno con hojas blancas y otro con post-it. Lo bueno que tienen es que se pueden reutilizar, porque cuando se acaban los post-it se pegan más, y cuando se gasten las hojas blancas se pueden arrancar y convertir el cuadernito en un bloc de notas adhesivas.
Digo lo mismo que con las postales: las ediciones son bastante limitadas porque están hechas con papel de diseño que no suele repetirse, así que en cuanto guste algo, hay que preguntar si está disponible y solicitarlo ya. (Los cuadernitos los encontraréis también en el catálogo de STAMPING).
Os muestro las dos versiones, por dentro y por fuera, para que veais que se pueden hacer de hojas blancas y de notas post-it.
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