Hola!! Hacía días que quería asomarme por aquí pero estuve tan liada que me fue imposible. Para colmo, llevo desde el jueves por la tarde con faringitis, con lo que a todo lo que tenía que hacer se unió la poca gracia que tiene una cuando está malita.
Hoy me apetecía hablaros de mis puzzles. No es que tenga mucho tiempo para hacerlos, la verdad, pero si en algún momento de mi vida veo el momento oportuno, no lo dudo ni un instante. Ayudan a desconectar, por lo que son ideales cuando tienes algún problema; a relajarte, aunque seguro hay quien dice que les estresa por no encontrar entre miles de diminutas piezas aquella que necesitan... Me gusta ayudar a mi peque cuando él hace uno. Quiero que lo haga solo, pero en cuanto me pide un poco de ayuda... me emociono y casi se lo termino de armar yo, jaja.
Pero bueno, también tengo que decir que no me gusta cualquier puzzle, porque como todo en esta vida, si se puede hacer más agradable la tarea pues mejor. Por eso la mayoría de mis puzzles los he comprado por internet y me llegan desde los Estados Unidos, Inglaterra.... hasta este que os muestro, que vino desde Tailandia!!. Y es que no puedo con los que encuentras por las jugueterías españolas: esos paisajes....., esas especies de hadas......, esos pegasos..... ¡ay Dios!, meten miedo.
Este que os enseño lo hice una tarde de verano en el jardín de la casa de mis padres. Me empeñé en terminarlo ese mismo día, eran 500 pequeñas piezas, empezaba a oscurecer, mi madre llamándome para cenar.... yo erre que erre, hasta que no lo terminé no paré.
Me encanta porque es una tienda de patchwork con todos sus detalles. Cuando era pequeña me encantaba jugar con botones y decía que de mayor quería tener una mercería. Supongo que de ahí me viene ya el gusto por todo ese mundo, que confieso, cada vez me engancha más.
Esta es una imagen completa del puzzle completamente armado:
Con más detalle, la dependienta cortándole la tela a su clienta (debe de ser de cuadros, por eso lo hace con tijeras y no con el cutter, jaja).
Las piezas de tela en las estanterías.... Me vuelvo loca cuando visito tiendas de patchwork, me apetecen todas aunque en un principio no sabes para qué las vas a necesitar. También los botones, tan ideales, tan únicos algunos que transforman tu labor por completo:
Exposición de quilts, rollos de lazos, bolsitos....:
Y en otra parte de esta tienda tan coqueta, un espacio para los accesorios de moda, con Daisy como protagonista, tan presumida y elegante:
Esta Daisy, probándose las joyas, con su bolso inseparable, me recuerda a alguien, amante de los anillos Tous, de las pulseras..., metida en ese escenario de telas. Por eso dedico esta última imagen a una persona excepcional, que nos contagia su alegría durante dos horas a la semana a seis mujeres que nos juntamos para disfrutar y compartir un hobby que nos apasiona, nos relaja y con el que por un momento, olvidamos nuestros problemas.
BSS
domingo, 5 de febrero de 2012
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1 comentario:
Madre, haces que lo que parecía un simple puzzle sea otro mundo, mejórate anda..
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