Esta entrada va dedicada por entero a mi querida galleta, porque hasta el hombrecito gordo vestido de rojo me conoce tan bien que debajo del árbol me dejó un buen recuerdo de mi adorada ginger. Quería mostraros todas las cositas, porque son tan chulis...., además me dijo un pajarito que había tenido que ir hasta Inglaterra para conseguirlas, así que, me lo imagino entrando en una de esas bonitas tiendas que hay por allí y me hace una ilusión doble.
Esta pesa un montón!!. Se supone que es un tope de puerta, pero como yo ya tengo tantos por casa, la voy a poner encima de un mueblecito que tengo en el salón, al lado de una lamparita con forma de farol antiguo:
Esto es un reloj temporizador, para cuando me pase las tardes haciendo galletitas o cualquier otro postre rico:
Para hacer las galletas de las que os hablo, jaja, un montón de moldes y una espátula muy cuca:
Y por último, este pequeñín, que venía de pie sobre el paquete, acompañado de un gran lazo. Era una señal de lo que me iba a encontrar dentro:
Qué bueno es recibir cosas que te agradan, ¿verdad?. Es que ayer en el Telediario mostraron cómo, un porcentaje bastante alto de la población, no sólo cambiaba los regalos recibidos, sino que los revendían!!!, ¡qué horror, por Dios!, y qué desilusión para la persona que, (supongo), había buscado ese regalo con todo su cariño.... Espero que hayais tenido suerte con los vuestros. BSS
lunes, 9 de enero de 2012
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