Aunque mi libro electrónico tiene una funda de su propia marca en la que encaja a la perfección y, por si fuera poco, lleva una lamparita incluida, me apetecía protegerlo aún más para cuando lo llevo en el bolso. Por eso un día cogí unas telas un poco al azar y una de las etiquetas de Anni Downs y voilá, aquí tenéis el resultado. Es algo muy sencillo pero cumple con su función, así que perfecto :)
Reconozco que me costó pasar al formato electrónico, puesto que yo soy de las que adora eso de pasar hojas, pero es comodísimo cuando viajas o, simplemente, cuando tienes que esperar y no sabes qué hacer... Parece increíble poder llevar tantos libros encima en tan sólo unos gramos!
Se acaba el finde... así que buen comienzo de semana!!!